Ganan con facilidad las dos parejas rojas, 40-26 y 40-30 ante Juanenea-Larrañaga y Etxarri-Endika, respectivamente
Frío de ambiente, sin público, ni mucha emoción en el juego se decidieron ayer, en Galarreta, los dos primeros partidos del Campeonato de Parejas. En el primer partido Urriza y Labaka superaron con facilidad a Juanenea y Larrañaga, 40-26. En el segundo, sin embargo, hubo algo más de igualdad, pero Segurola y Barrenetxea IV ganaron 40-30 contra Etxarri y Endika.
Se esperaba más espectáculo en el primer partido de Juanenea y Larrañaga, pero no fueron rivales duros para Urriza y Labaka.
Urriza fue muy superior y con 22 tantos fue el mejor remontista del partido. Desde el principio lograron una gran ventaja y en algunos momentos la ventaja el marcador era de hasta 15.
Al final los azules lograron al menos el objetivo de salvar el punto negativo. Así los vencedores sumaron cuatro puntos y los perdedores se quedaron sin puntos.Labaka solo falló una pelota y con el saque hizo daño. Juanenea no desentonó, con 16 tantos, pero a Larrañaga se le vio sin chispa, frío y sin acertar con el saque. No pudo quitar pelota a Urriza, ni cuando se cambió al ancho para sacar. Cogieron una renta de diez tantos rápido y no lograron acercarse nunca en el marcador. Fue un partido sobre todo de delanteros.
Saques de Barrenetxea deciden el partido
En el segundo, el saque de Barrenetxea hizo un hueco de diez tantos en los primeros tantos y fue esa ventaja la que dio la victoria a los rojos. Se adelantaron 20-10 Segurola y el zaguero hernaniarra y de ellos, Barrenetxea había hecho de saque 10. Los azules se acercaron al 28-25, pero en los últimos tantos cometieron demasiados errores. Los perdedores no sumaron ningún punto.
Si el primer partido fue de delanteros este segundo fue de zagueros. En el peloteo Endika arriesgó mucho y de ahí vinieron los errores. Etxarri, que pegó fuerte a la pelota cometió demasiados errores en pelotas claras al final del partido, que cortaron la remontada. Segurola estuvo bien, no arriesgó, apenas cometió errores y se mantuvo muy serio demostrando tener una pegada fuerte. Barrenetxea hizo daño al inicio, luego no mandó tanto, pero tampoco cometió errores. El segundo partido lo decidieron más los fallos que los aciertos y como no el saque de Barrenetxea.