El partido fue sobre todo de delanteros. El duelo entre Urriza y Ezkurra fue impresionante. Urriza hizo hasta 16 tantos a lo largo del partido, pero Ezkurra no solo le plantó cara, sino que hizo hasta más tantos, 18. El delantero de Pamplona solo cometió un error por cuatro del de Doneztebe. Los números por lo tanto, fueron parejos. Donde hubo algo más de diferencia fue atrás. Al contrario de lo que suele ser habitual Azpiroz cometió más fallos de lo habitual, hasta cinco y fue Martirena, quien no hizo casi ningún fallo, dos en toda la final. El saber estar de Urriza decidió el choque en los momentos decisivos, después de que los dos set llegaran al empate a trece.

La final comenzó con un juego espectacular, muy intenso; a la pareja azul le costó un poco más entrar en juego, pero enseguida igualaron la ventaja de los colorados. En la segunda mitad del set, hubo constantes empates, que reflejaban la igualdad que se vio sobre la cancha del Galarreta. Ezkurra II y Azpiroz mandaban 12-13, pero los últimos tantos fueron para los colorados, dos de Urriza y uno de Martirena.

En el segundo set, el delantero de Pamplona y el zaguero de Lekunberri, en el descanso largo, cuando ganaban 8-4, parecían tener la victoria casi en la mano; pero Josetxo Ezkurra y Xabi Azpiroz remontaron y se situaron por delante, 11-9 por delante. Los y las aficionadas que llenaban las gradas del frontón de Hernani veían clara la posibilidad de disfrutar de un set de desempate. No fue así, porque Urriza y Martirena, al igual que en el set inicial, acertaron más que Ezkurra II y Azpiroz tras el empate a 13, y se adjudicaron el set por 15-13, para calarse, minutos después, las txapelas de campeones.

Los detalles decidieron una gran final, igualada y con un gran juego. Para botón de muestra los cinco dos paredes de Urriza, tres lentos, que levantaron a los aficionados de sus asientos. Ezkurra no se quedó atrás con otros cinco dos paredes.